martes, 21 de agosto de 2007

La Noche Vanguardista

OTRO NOCTUTRNO
La luna, como la esfera luminosa de un reloj de un edificio
público.
¡Faroles enfermos de ictericia! ¡Faroles con gorras de “apache”,
que fuman un cigarrillo en las esquinas!
¡Canto humilde y humillado de los mingitorios cansados de
cantar! ¡Y silencio de las estrellas, sobre el asfalto humedecido!
¿Por qué, a veces, sentiremos una tristeza parecida a la de
un par de medias tirado en u rincón?, y ¿por qué, a veces,
nos interesará tanto el partido de pelota que el eco de nuestros
pasos juega en la pared?
Noches en las que nos disimulamos bajo la sombra de los
árboles, de miedo de que las casas se despierten de pronto y
nos vean pasar, y en las que el último consuelo es la seguridad
de que nuestra cama nos espera, con las velas tendidas hacia
un país mejor.

París, julio, 1922 Oliverio Girondo

En este poema se pueden notar los sentimientos del autor, ya sea por los signos de exclamación que utiliza para expresar admiración por la noche en la que se basa el texto, o por la expresión de dudas acerca de la tristeza y de formas de actuar.
Por otra parte se aprecian sensaciones a nivel visual, por ejemplo cuando distingue a la luna como una esfera luminosa; a nivel auditivo, por ejemplo cuando habla del “silencio de las estrellas”; y a nivel táctil, por ejemplo la humedad del asfalto.
También se le “da vida” a diferentes objetos: a los faroles diciendo que están enfermos, a las casas diciendo que se despiertan, a las camas diciendo que se tiene seguridad de que ellas los esperan.
Por ultimo, el nombre del poema (“Otro nocturno”) puede ser que se refiera a el sentimiento de la rutina, de noches repetitivas e iguales en donde no se noten diferencias, en donde los sentimientos genera la noche son siempre los mismo, y eso se debe a q la imagen visual es siempre igual, como la auditiva y la táctica.

Stephanie Baabor

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