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martes, 4 de septiembre de 2007

Los Heraldos Negros



Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!

Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé!

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!

César Vallejo



El poema de Vallejo nos sitúa ante el drama del hombre peruano, condenado eternamente por su sangre india. Podemos percibir el dolor que siente el autor al escribir este poema, ya que sus versos parecen salir imparablemente desde el rincón más triste y enfurecido de su persona. "Los Heraldos Negros" nos permite conocer los sentimientos más fuertes de César Vallejo, y notamos en él sufrimiento y soledad, pero nunca resignación. A la vez justifica estos sentimientos, estos "golpes de la vida", como los llama en su poema, mediante cuestiones como la religión y el destino.

El autor simboliza el dolor y la frustración de un pueblo, denuncia la imagen de un Perú humillado que padece de una horrible y tenebrosa explotación. Vallejo asume el dolor colectivo, dejando que esa frustración fluya sin ningún límite, hasta que llegue a su verdadera conclusión, al triste designio de ser peruano. En este caso, se nota la intensidad con la que fue escrito el poema, que describe sin remordimientos el dolor de una persona y los golpes a los que, inevitablemente, tendrá que enfrentarse tarde o temprano. Es notable que en este poema el autor no presenta miedos ni culpas al demostrar lo que siente, sino que describe exacta y profundamente sus más grandes temores.

En "Los Heraldos Negros" Vallejo se siente abandonado, perdido en un universo comandado por Dios, por la religión. Vallejo, que nace en un hogar católico y es educado bajo esa religión, a los que debe el que sus sentimientos se asocien directamente a su espíritu. Se puede ver que hasta en los peores momentos de su vida, en los momentos en que la amargura lo impulsa a olvidar toda creencia, se expresan en él estas enseñanzas que lo hacen negarse a dar todo por perdido. Al nombrar el destino como una justificación de las penas sufridas, el autor da a entender que estos golpes son irreversibles, inevitables, pero aún así no baja los brazos.

En conclusión, el poema "Los Heraldos Negros" de César Vallejo nos permite conocer los sentimientos de un hombre triste que describe a la perfección cómo se siente enfrentarse a los golpes que irrevocablemente se presentan en la vida de todo ser humano.

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jueves, 30 de agosto de 2007

Últimos momentos

EL POETA A SU AMADA

Amada:
En esta noche
tú te has crucificado
sobre los dos maderos
curvados de mi beso
y tu pena me ha dicho
que Jesús ha llorado,
y que hay un viernesanto
más dulce que ese beso.

En esta noche rara
que tanto me has mirado,
la Muerte ha estado alegre
y ha cantado en su hueso.

En esta noche de setiembre
se ha oficiado mi segunda caída
y el más humano beso.

Amada,
nos moriremos juntos
se irá secando a pocos
nuestra excelsa amargura;
y habrán tocado a sombra
nuestros labios difuntos.

Y ya no habrán reproches
en tus ojos benditos;
ni volveré a ofenderte.
Y en una tumba
los dos nos dormiremos,
como dos hermanitos.



Este poema escrito por César Vallejo trata sobre la muerte de una pareja, y de cómo comparten esos últimos momentos de su vida, esa última noche, juntos, uno al lado del otro, mirándose mutuamente y recordando todos sus momentos compartidos.

El hombre, que está al borde de la muerte, es muy religioso, muy creyente; por eso, en varias ocasiones compara lo que está sucediendo y lo que siente en el transcurso del tiempo, con hechos que lo relacionan con Jesús. Quizás también, al estar muriendo, se sienta más cercano a Jesús ya que considera que luego de su muerte, irá al cielo.

El poeta pone en primer plano la amargura que tienen y la tristeza que sienten ambos de saber que nunca más volverán a verse, puesto que se aman profundamente. También, entonces, este es un poema romántico, ya que muestra el amor y la pasión que tienen estos dos personajes, que desean morir juntos, porque se aman y porque no podrían vivir el uno sin el otro un segundo.

Por último, cabe decir que este poema es contradictorio en cuanto a los sentimientos del hombre y de lo que está pasando por su cabeza, ya que por una parte menciona a Jesús -por lo tanto, al ser creyente tendría que creer en la vida después de la muerte, y que entonces seguiría estando junto a su amada-, sin embargo, al final del poema, menciona el vacío que siente en su corazón al saber que no volverá a compartir más momentos con su amada.

A pesar de esta contradicción, encuentro a este, uno de los poemas más lindos y más interesantes escritos por César Vallejo.